Nuevo libro de Ricard Casals

En línea con su mensaje que valora cada vez más a la Preprensa, Ricard Casals acaba de lanzar su nuevo libro “Preimpresión: procesos, calidad y productividad”, que presenta, en más de 420 páginas, mecanismos que pueden ayudar a mejorar la eficacia y conocer mejor el futuro de este departamento.

Más información en https://www.rccsa.net/

Ricard Casals habla con claridad. Acostumbrado a dictar conferencias en todo el mundo, dirige RCC Casals Consultants y es presidente de la Asociación de Consultores Europeos de Artes Gráficas GAIN (Graphic Arts Intelligence Network), y su postura es crítica respecto al futuro. “Hace muchos años que la industria gráfica se equivocó confiando solamente en maquinaria, en prensas sobre todo, y en precio de venta. Hemos cometido el error de asociar la industria gráfica puramente a impresión, como si esto fuera el único sistema de comunicación gráfica. Es cierto que la industria gráfica, entendida como pura impresión, no tiene futuro, o al menos no tiene futuro brillante”, explica desde Barcelona, España.

Existen estudios que indican que los negocios o empresas en base a pura impresión van tener serios problemas: en América Latina, se estima que en los próximos cinco años desaparecerá el 27% de las imprentas tal como se conocen hoy. Con esto, Casals se refiere a impresión comercial o convencional ya que, por el contrario, la impresión específica en productos, como el caso del packaging, tiene buena salud y sigue creciendo.

Pese a ello, señala que “la transformación que está teniendo la industria gráfica va mucho más allá que un simple desafío. De hecho, la industria de la comunicación gráfica tiene ahora más futuro que nunca”.

Ese futuro exige cambiar el modelo del negocio gráfico, para que las empresas logren crecer, al menos, un 10% anual y mantenerse vigentes. Y la respuesta está en la especialización.

Tanto si se trata de impresión offset como digital, según Casals, las empresas necesitan enfocarse en mercados específicos, como el de nuevas tecnologías, telefonía, alimentación, vestido, entre otros. Y luego centrarse en el marketing del cliente. “El impresor convencional sólo tiene futuro si es capaz de hacer un acuerdo con el cliente estableciendo una relación que le permita participar en sus planes publicitarios. Ofrecer pura impresión cae por el precio, en cambio, si ofrecemos una ayuda a la venta del cliente es cuando realmente tiene sentido la comunicación gráfica”.

Contar con diseñadores dentro de las empresas gráficas permitiría, por ejemplo, ofrecer un servicio completo y directo al cliente. Y tener personal con alta capacitación en preprensa, dada la baja en los tirajes que aumentará la cantidad de trabajos en esa área, se está volviendo clave para dar el giro que la industria requiere.

“Tenemos un campo enorme, pero no sabemos salir de poner tintas en el papel. Con el cliente no sólo hemos de imprimir lo que él pide, sino que hemos de participar en sus proyectos y ampliar el flujo de producción de la empresa gráfica de forma que todo aquello que necesita un cliente para vender más, desde una página web, un video o spots de televisión, todo esto son posibilidades y la mayoría se generan en la preprensa, porque ahí es donde realmente está la creación de la comunicación gráfica”.

¿Cómo puede una empresa gráfica mantenerse competitiva?

Hay que analizar dónde se puede ganar en productividad. Se comenten muchos errores por falta de organización, se repiten trabajos que están mal, la calidad no es la que debería ser, sobre todo en constancia: puede ser buena en un momento determinado pero si se repite el trabajo no sale igual en la mayoría de las empresas. Todo esto genera mermas y desperdicios, incluso en productividad.

Cuando vemos los tiempos muertos en las empresas de Chile, tiempos que no son dedicados ni a la preparación del trabajo ni a la pura impresión, pues nos movemos entre un 25 y un 30%. Alemania está en un 11%, España en un 14%. Y esto es simplemente porque están los trabajos mal organizados, aunque me gusta decir que Chile está ligeramente más avanzado que otros países de América Latina.

¿Realmente es así?

Es verdad, y hay una cosa que me encanta en Chile y es que en la industria gráfica hay muchas más mujeres en proporción al resto de países de América Latina. Para ustedes tener vendedoras es algo normal. Incluso he visto muchas mujeres al pie de una prensa, imprimiendo, especialmente prensas de tamaño no tan grande, de medio pliego o incluso pliego.

Cómo entender la innovación

Para Ricard Casals, el primer problema de la industria gráfica es que sólo considera la innovación en la tecnología, “pero no la innovación en el modelo de empresa, no en la forma de tratar con el cliente, todo esto es innovación”. Y una de las cosas que más le llaman la atención es que en América Latina se compran prensas nuevas y se conservan las viejas. “Muchas empresas casi son museos, tienen una magnífica prensa de formato pliego trabajando un turno o dos y al lado tienen tres prensas viejas trabajando un turno o dos. ¿Por qué no sacan una prensa vieja y trabajan tres turnos con la prensa que han comprado?”.

“Se innova, pero sólo en máquinas, en hierro, no se innova en la forma de pensar. Se ha de innovar en estrategia, en organización y no olvidemos, en capacitación”, recalca.

Ricard Casals en frases

“El mercado chileno en muchos aspectos es el mejor, el más preparado en América Latina, incluso en productividad, pero le queda mucho por hacer”.

“Es imprescindible que los impresores tengan su departamento de diseño y empiecen por aquí el trato con el cliente”.

“La impresión digital metida dentro de una empresa con modelo obsoleto, antiguo, no funciona”.

“La tecnología tiene que ser de preprensa, de diseño y, sobre todo, de herramientas de marketing, para ofrecerle al cliente medios para vender más”.