Carolina Eterovic, directora de Mujeres Empresarias: “La inclusión femenina es el tema que nos convoca, porque estamos al debe”
25/05/2018La organización Mujeres Empresarias (ME) ha trabajado durante 16 años en apoyar y promover a las mujeres en el mundo laboral. En el marco del encuentro gremial de mujeres de la industria gráfica, Carolina Eterovic, directora de ME, se refiere a los desafíos del liderazgo femenino, a las prioridades en el ámbito de las políticas públicas y cómo los hombres pueden aportar en la inclusión de mujeres en sus compañías.
¿Cuáles son los desafíos para el liderazgo femenino que ha podido identificar en los años de experiencia de ME?
El liderazgo femenino es una característica que las mujeres han tenido que aprender a desarrollar. Cuando partió Mujeres Empresarias era un tema que prácticamente no se hablaba. Como es algo que estamos aprendiendo, todavía falta de preparación. Ese es un primer desafío.
Segundo, hay mujeres que están medianamente preparadas pero después hay un tema de cómo lo llevan a cabo entre sus pares. Esto se da más en el mundo ejecutivo, donde son pocas mujeres y cuesta hacerse notar.
Un tercer punto es encausar de la mejor manera el liderazgo hacia abajo.
¿Cómo se pueden preparar mejor las mujeres?
Veo dos maneras claras de hacerlo. Una es a través de programas de liderazgo dentro o fuera de las organizaciones. En Mujeres Empresarias tenemos programas de liderazgo donde mujeres motivadas se acercan porque quieren mejorar.
La otra vía son las mentorías. Estas se dan de una manera muy natural, más entretenida y práctica. Estás hablando con una persona que de alguna manera está relacionada contigo en el mundo laboral.
¿Cuáles son las prioridades en inclusión femenina que debieran abordarse en políticas públicas y en las empresas?
La inclusión femenina es el tema que nos convoca, porque estamos al debe y probablemente vamos a seguir al debe por muchos años. Dentro de las políticas públicas creo que se han hecho cosas interesantes, como un programa de ley de cuotas que se planteó en las empresas públicas.
Después, fomentar que las mujeres tengan más acceso a trabajos mediante la flexibilidad. Hoy ya se ve en algunas organizaciones. Son prácticas que deberíamos imitar a través de políticas públicas a nivel nacional.
Un motor importante es que las cabezas de las organizaciones, principalmente hombres, estén convencidos de que son medidas que tenemos que tomar como país para poder aumentar la productividad.
¿En qué proyectos puntuales está trabajando ME en políticas públicas?
Estamos principalmente en el artículo 203 del Código del Trabajo, sobre salas cuna. Esta es una barrera importante para que las mujeres accedan a trabajos de calidad. Lo que dice la ley es que si hay 19 mujeres en las empresas no hay que tener una sala cuna, pero cuando hay 20 sí. A lo que apuntamos es que tenga que haber sala cuna cuando hayan 20 padres o madres dentro de la empresa.
Y por supuesto siempre estamos apoyando y fomentando la normativa que haga visible el hecho de que la empresa tenga contratadas mujeres.
Hay una ley que me da la impresión que con este gobierno va a ir fuerte y también queremos trabajar, relacionada con garantizar igual sueldo y remuneración para un mismo cargo ejercido por hombres o mujeres.
¿Cómo debieran los líderes hombres, participar activamente en la inclusión de las mujeres en sus compañías y en alta dirección?
Es la pregunta del millón. Aquí un factor muy importante es el tema cultural, por lo que toma tiempo, años. No se puede resolver por medio de una ley. Tienen que estar convencidos, entenderlo e incorporarlo.
Creemos que ha habido un recambio generacional, las generaciones más jóvenes lo entienden. Sentimos que cuando ya las organizaciones están lideradas por otra generación se abre una puerta y oportunidades para que este tema sea importante y se tomen medidas.
Hoy día nos llaman mucho para preguntar nombres de mujeres para cargos gerenciales o directorios, hay un interés real. Antes no era tema.
¿Se pueden determinar características comunes al liderazgo femenino?
Son liderazgos más colaborativos, más de equipo, más personales en el sentido de preocuparse por la persona, son más de tratar de aunar opiniones y menos vertical. Eso es muy bien valorado y en general a las empresas le hace falta
A mí me parece que la mezcla de los dos es muy buena, porque los hombres se preocupan de otras instancias en sus liderazgos. Tiene que haber un liderazgo de complemento. También vemos en esto un cambio, porque las mujeres que eran líderes en organizaciones hace 10, 15 o 20 años eran muy masculinas en sus liderazgos, por que tenían que copiar lo que había. El gran valor, la gran riqueza, está en hacer organizaciones más balanceadas en todo sentido.