OPINIÓN: La huella del sector gráfico
02/07/2019Uno de los temas y metas más relevantes que están abordando las empresas del segundo Acuerdo de Producción Limpia (APL) de la Industria Gráfica es el cuantificar la huella de carbono de sus procesos.
De este modo, miden el impacto de su actividad sobre el cambio climático bajo la unidad común de medición kg de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq.). Para su cuantificación existen una serie de metodologías específicas, dentro de las cuales HuellaChile, desarrollada por el Ministerio del Medio Ambiente, es la que está siendo utilizada por las empresas del sector gráfico adscritas al APL.
La huella de carbono, por tanto, es una herramienta de gestión que sirve para detectar acciones que normalmente generan emisiones y medirlas en función de la cantidad de CO2 que generan, permitiendo evaluar oportunidades para reducirlas, basadas, por ejemplo, en la optimización de procesos y un uso más eficiente de materiales y recursos.
De allí la relevancia de cuantificarla dentro del sector de la industria gráfica, pues su objetivo es establecer cómo las mejoras que se han comenzado a incorporar dentro de las empresas, a través del APL, contribuyen positivamente a reducir la generación de gases efecto invernadero (GEI).
Reduciendo las emisiones GEI
Las empresas dentro del APL están incorporando mejoras en sus procesos que permiten reducir consumos de energía y combustibles, así como potenciar la minimización y valorización de los residuos generados, reduciendo su eliminación en rellenos sanitarios. Todo ello, además de reducir costos operacionales, tiene un efecto directo en reducir sus emisiones GEI.
El año 2012, la ONU validó a los APL como la primera Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada (NAMA, por su sigla en inglés) a nivel internacional, y por ello, a partir del año 2016, se reportan las reducciones de emisiones logradas por distintos sectores a través de los APL como un aporte a la reducción de GEI a nivel país.
Así, la cuantificación de huella se transforma en una importante herramienta que está permitiendo a las empresas evaluar su desempeño en forma individual, pero también a nivel sectorial, identificando y dando a conocer su aporte para reducir los efectos en el cambio climático.