Rompiendo mitos sobre el papel y la impresión

“Busting the Myths” es el más reciente estudio publicado por la iniciativa global Two Sides, que recogió la percepción y actitudes hacia el papel y los impresos de seis mil consumidores en Europa.

Un estudio publicado por Two Sides dio cuenta de la brecha en la percepción que tienen los consumidores respecto a hechos ambientales clave y la realidad de éstos. Estas creencias equivocadas podrían afectar la preferencia de las personas por el impreso. Por ejemplo, casi un 60% de los entrevistados cree que los bosques europeos están reduciéndose. Sin embargo, el estudio muestra que la realidad es diferente: los bosques han crecido en cantidades equivalentes a 1.500 estadios de fútbol cada día. En el caso de Chile, la mayoría de las empresas de la industria gráfica usa papel certificado. “De los sustratos que usa la industria gráfica, el único que hoy cuenta con certificaciones de sustentabilidad es el papel. La mayoría de las empresas hoy en día está usando papel certificado.

Los mismos consumidores o clientes exigen esto”, explica Sara Contreras, consultora ambiental
de CyV Medioambiente. Por otro lado, un 33% cree que el papel se transforma en basura, pero la realidad es que un 72% de ese papel es reciclado. En este sentido, el Acuerdo de Producción Limpia de la Industria Gráfica ha sido relevante. “Una parte importante de las empresas gráficas envían todo el recorte y los residuos a reciclaje. Hay muchas empresas que hoy reciclan estos materiales, el que se destina nuevamente a fabricación de papel”, explica Contreras.
Consumidores prefieren el papel

A pesar de que los consumidores muestran una gran preocupación por el planeta, el estudio revela que el 69% prefiere los libros impresos por sobre otros formatos, mientras que un 61% prefiere las revistas impresas. Esta tendencia mundial parece coincidir con los últimos datos disponibles para el caso chileno.

Según un estudio de la Universidad de Chile la lectura de libros, revistas, diarios e historietas en papel duplica la lectura digital, lo que demuestra que, pese al aumento del uso de las pantallas, los chilenos siguen leyendo en formato papel.